Mariela Altamirano
El protector solar es uno de los productos de cuidado de la piel más importantes de la rutina. De hecho, se podría argumentar que es el más importante, ya que se encarga de todo, desde la defensa contra el daño solar, la protección contra el cáncer de piel e incluso la reversión del daño solar, según investigaciones recientes. Están geniales los beneficios que nos ofrece, ¿cierto?
A continuación, te recomendamos que te lo apliques para obtener los mejores resultados y mantenerte a salvo, y tu piel, brillante y sana. De igual forma podrás encontrar una buena farmacia dermatológica, con una gran variedad de protectores.
Combina tu protector solar con vitamina C
Si estás planeando un día de playa -o simplemente quieres mantener el tono de tu piel uniforme y brillante- refuerza la eficacia de tu SPF con un sérum rico en vitamina C.
Esto es esencial, ya que hay muchas investigaciones que demuestran que la vitamina C y el protector solar tienen un efecto sinérgico; de hecho, las pruebas demuestran que la combinación de protector solar y antioxidantes puede reducir la formación de radicales libres en un 78% más que el protector solar de amplio espectro por sí solo. Esto se debe a que ambos actúan combatiendo los radicales libres; los que se cuelan en el protector solar pueden ser eliminados por la vitamina C.
Haz una pausa en tu rutina de cuidado de la piel
La lentitud y la constancia ganan la carrera, sobre todo cuando se trata de una buena aplicación del protector solar. En lugar de apresurarte en tu rutina de cuidado de la piel, tómate unos minutos entre la aplicación de tus productos principales, como el sérum y la crema hidratante, y la aplicación del protector solar.
De lo contrario, todas esas fórmulas hidratantes podrían crear un cúmulo en la superficie de la piel, ya que ésta no puede absorber tanto de una vez. Esto hace que se forme una capa, lo que significa que al final no se absorbe nada.
Aplica la cantidad adecuada para ti
Hay muchos consejos sobre la cantidad de protección solar que hay que aplicar, desde un vaso de chupito para todo el cuerpo hasta la regla de los dos dedos para la cara. Para empezar, deberías tener suficiente para cubrir la cara y el cuello. Y hemos comprobado que, en lugar de recomendaciones arbitrarias, es mejor aplicar simplemente un poco más de la cantidad de crema hidratante que utilizas.
Trabaja por secciones
Una vez que te hayas aplicado la cantidad adecuada de protector solar -de nuevo, sea cual sea-, lo mejor es aplicarlo por secciones. Aplícalo en la frente, la nariz, las mejillas, la barbilla, el cuello y el escote y, a continuación, utiliza los dedos (limpios) para difuminar y dar golpecitos (no frotar) en cada zona.
Si trabajas por partes, te aseguras de que no te has saltado ningún punto. Además, puede ser un cambio de juego cuando se utilizan fórmulas con activos minerales; al hacerlo, te aseguras de que se difumine correctamente para que no deje un molde.
No olvides aplicar protector solar en cuello y escote
Hablando de manchas que faltan: Mientras que la cara recibe toda la protección, el cuello y el pecho suelen pasarse por alto. Y eso no es lo ideal, ya que suelen estar tan expuestos a la luz solar a diario como la piel del rostro. También son igual de susceptibles a las líneas de expresión, las manchas oscuras y otros signos de fotoenvejecimiento.
Además, no se benefician de las mismas glándulas sebáceas que el rostro, por lo que la barrera cutánea no recibe esa hidratación incorporada. Si a esto le añadimos que la piel del pecho es una de las más finas del cuerpo, tenemos la receta para una piel con aspecto de arruga. Extender la protección solar hasta el cuello y el pecho puede ser un factor de cambio no sólo para prevenir las quemaduras solares y cáncer de piel, sino para mantener la piel sana y suave en el futuro.
Reaplica protector solar a lo largo del día
El protector solar funciona mejor cuando todavía está en la piel y, a lo largo del día, puede haberse desgastado, haberse agotado su absorción o ambas cosas. Por eso, la reaplicación regular puede marcar la diferencia. Aunque no es tan sencillo como rociar la cara con un spray al mediodía, el protector solar puede aplicarse fácilmente.
