Las infecciones respiratorias son comunes y a menudo se deben a virus, no a bacterias. Sin embargo, en algunos casos, una infección bacteriana puede ser la causa de la enfermedad y requerir un tratamiento con antibióticos. Aquí hay una descripción de algunos tipos comúnmente utilizados para tratar infecciones respiratorias.
Recuerda que bajo prescripción médica, puedes comprar amoxicilina en internet, desde la comodidad de tu hogar.
Penicilina
La penicilina es uno de los antibióticos más antiguos y ampliamente utilizados. Es efectiva contra muchas bacterias que causan infecciones respiratorias, como Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae. La penicilina se administra por vía oral y se considera un tratamiento seguro y efectivo para la mayoría de las personas.
Macrólidos
Los macrólidos incluyen medicamentos como azitromicina y claritromicina. Son efectivos contra una amplia gama de bacterias, incluyendo aquellas que causan infecciones respiratorias como Mycoplasma pneumoniae y Chlamydia pneumoniae. Los macrólidos se administran por vía oral y son una buena opción para personas con alergias a la penicilina.
Cefalosporinas
Las cefalosporinas son un grupo de antibióticos que se utilizan para tratar infecciones respiratorias graves o potencialmente graves. Estos incluyen medicamentos como cefuroxima y ceftriaxona, que se administran por vía intravenosa en un hospital o clínica. Las cefalosporinas son efectivas contra una amplia gama de bacterias, incluyendo aquellas resistentes a otros tipos de antibiótico.
Quinolonas
Las quinolonas incluyen medicamentos como levofloxacina y moxifloxacina. Se utilizan para tratar infecciones respiratorias graves, como neumonía bacteriana, y son efectivas contra muchas bacterias diferentes. Las quinolonas se administran por vía oral o intravenosa, dependiendo de la gravedad de la infección.
Antibióticos de último recurso
En algunos casos, una infección respiratoria puede ser causada por bacterias resistentes a los antibióticos comunes. En estos casos, pueden ser necesarios antibióticos de último recurso, como colistina o tigeciclina. Estos antibióticos se utilizan solo cuando otros tratamientos han fallado y son más tóxicos y pueden tener efectos secundarios más graves.
Si crees que es algo más serio que un resfriado, no dudes realizarte estudios y descartar dudas.