Mariela Altamirano
La fiebre es un malestar por el que todos pasamos, sin embargo, los niños no saben manejarlo por si solos y necesitan de nuestro cuidado. Hoy te cuento algunos consejos para actuar al respecto.
Si eres padre, es una escena que te resulta demasiado familiar. Pones la mano sobre la frente de tu hijo enfermo y se siente caliente. Entonces el termómetro confirma tu sospecha: tienen fiebre.
Pero no te alarmes, si sigues algunas reglas sencillas, las harás más cómodas y las mantendrás seguras.
La fiebre es una defensa contra las infecciones. El cuerpo de tu hijo está aumentando la temperatura para matar los gérmenes. En la mayoría de los casos, es inofensivo y desaparece por sí solo en 3 días.
Lo que debes hacer
El paracetamol puede bajar la temperatura de tu hijo. Si son mayores de 2 años, la dosis aparecerá en la etiqueta. Si son más pequeños, pregunta a tu médico cuánto darles.
Otra opción es el ibuprofeno si tu hijo tiene al menos 6 meses.
Hay mucho que puedes hacer para que se sienta mejor. Ponte una compresa fría en la cabeza y mantén su habitación a una temperatura moderada, no demasiado caliente ni demasiado fría.
También es recomendable que los vistas con una capa de ropa ligera y le ofrezcas una manta ligera.
La aspirina junior también es excelente para aliviar la temperatura en tu hijo, es de venta libre y mantiene precios accesibles para que puedas adquirirla en la farmacia de tu confianza.
Es importante que, si la fiebre no se detiene aún con paracetamol o aspirina junior, consultes a tu médico para que pueda darte las indicaciones necesarias.
Y no lo olvides: asegúrate de que beban muchos líquidos.
Lo que no debes hacer
Nunca le des aspirina para adultos a tu hijo. Puede causar una afección grave llamada síndrome de Reye.
Evita los remedios combinados para el resfriado y la gripe en niños pequeños. No deben utilizarse en niños menores de 4 años. En los niños mayores, no está claro qué tan bien funcionan.
Si decides emplear un medicamento para el resfriado, consulta con el pediatra para asegurarte de que tu pequeño tenga la edad suficiente para el tipo de medicamento que estás considerando.
Según la FDA, a ningún niño menor de 2 años se le debe administrar ningún tipo de producto para la tos o el resfriado que contenga un descongestionante o antihistamínico, y se debe tener precaución incluso en niños mayores.
Si el médico dice que está bien usar un medicamento para la tos o el resfriado, lee la etiqueta antes de comprar y elige el que mejor se adapte a los síntomas de tu hijo. No cambies entre diferentes medicamentos sin que el pediatra esté enterado.
No utilices un baño frío helado ni frotes la piel de tu hijo con alcohol. Cualquiera de los dos puede provocar una fiebre, e incluso si tiene escalofríos, no los abrigues con mantas o ropa gruesas.
¿Cuándo deberías llamar al médico?
Por lo general, no es necesario llevar a tu hijo a urgencias, pero a veces la fiebre puede ser una señal de advertencia grave. Llama al pediatra si:
- Tiene una temperatura de 40 ºC o superior
- Tiene menos de 3 meses y tiene una temperatura de 37,7 ºC o superior
- Tiene fiebre que dura más de 72 horas (o más de 24 horas si tu hijo es menor de 2 años)
- Tiene fiebre junto con otros síntomas como rigidez en el cuello, dolor de garganta, dolor de oído, erupción cutánea o dolor de cabeza intenso
- Tiene una convulsión
- Parece muy enfermo, molesto o no responde
¿Con qué frecuencia necesitas checarlo? Eso depende de la situación. Pregunta a tu pediatra. Por lo general, no es necesario tomar la temperatura obsesivamente ni despertarlo si está durmiendo tranquilamente.
Pero debes hacerlo si su energía parece baja o si tiene antecedentes de convulsiones con fiebre.
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