Mariela Altamirano
Descubre qué vitaminas ayudan a mejorar tus defensas y a estimular tu inmunidad. El viejo dicho, “Una manzana al día puede mantener alejado al médico”, puede tener algo de cierto después de todo. Comer alimentos nutritivos ricos en ciertas vitaminas que pueden ayudar a su sistema inmunológico a combatir enfermedades.
Vitamina B6
La vitamina B6 es vital para apoyar las reacciones bioquímicas en el sistema inmunológico. Los alimentos ricos en vitamina B6 incluyen pollo y pescado de agua fría como el salmón y el atún.
La vitamina B6 también se encuentra en los vegetales verdes y en los garbanzos, que es el ingrediente principal del hummus.
Al ser soluble en agua, a veces es complicado que se mantenga en el cuerpo, por eso los suplementos como el complejo B con lidocaína, permiten que el cuerpo lo absorba más fácilmente.
Vitamina C
La vitamina C es uno de los mayores refuerzos del sistema inmunológico de todos. De hecho, la falta de vitamina C puede incluso hacerte más propenso a enfermarte.
Los alimentos ricos en vitamina C incluyen naranjas, pomelos, mandarinas, fresas, pimientos, espinacas, col rizada y brócoli. La ingesta diaria de vitamina C es esencial para una buena salud porque su cuerpo no la produce ni la almacena.
La buena noticia es que la vitamina C se encuentra en tantos alimentos que la mayoría de las personas no necesitan tomar un suplemento de vitamina C a menos que un médico lo aconseje.
Vitamina E
La vitamina E es un poderoso antioxidante que ayuda al cuerpo a combatir las infecciones. Los alimentos ricos en vitamina E incluyen nueces, semillas y espinacas.
Cómo comprar comestibles para aumentar su inmunidad
Una regla simple puede ayudarlo al elegir frutas y verduras en el supermercado o en el mercado de agricultores: cuanto más coloridas sean las frutas y verduras, mejor.
Trate de comer una amplia variedad de alimentos y trate de comer frutas y verduras de todos los colores del arcoíris. El plato será más tentador a la vista y se asegurará de obtener la mayor cantidad posible de vitaminas y nutrientes que mejoran la salud.
También es importante saber que construyes un sistema inmunológico fuerte al mantener hábitos alimenticios saludables a lo largo del tiempo. No puedes comer cuatro naranjas en el desayuno y esperar estar protegido ese día contra un resfriado.
¿Pueden los suplementos ayudar a su inmunidad?
Si bien las vitaminas y los suplementos pueden ayudar a llenar los vacíos en su dieta, la mejor manera de cargar los nutrientes esenciales es obtenerlos directamente de los alimentos.
Tu cuerpo absorbe y usa mejor las vitaminas y los nutrientes cuando provienen de una fuente dietética. Cuando se trata de una vitamina o un suplemento, a menudo es cuestionable cuánto está recibiendo en realidad.
Debido a que los suplementos están regulados como alimentos, no como medicamentos, la Administración de Alimentos y Medicamentos no evalúa la calidad de los suplementos ni evalúa sus efectos en el cuerpo.
Algunos suplementos pueden tener efectos secundarios, especialmente si se toman antes de una cirugía o con otros medicamentos.
Los suplementos también pueden causar problemas si tiene ciertas condiciones de salud. Y los efectos de muchos suplementos no se han probado en niños, mujeres embarazadas y otros grupos.
Es especialmente importante evitar tomar suplementos de vitamina E. No solo hay poca investigación clínica que demuestre que los suplementos de vitamina E benefician su salud, sino que también pueden ser dañinos en algunas situaciones.
Por estas razones, los expertos dicen que es mejor obtener vitaminas a través de los alimentos en lugar de suplementos.
Hable con su proveedor de atención médica si está pensando en tomar suplementos dietéticos como el complejo B con lidocaína o vitamina C efervescente.
Mantenerse hidratado también puede mejorar su salud inmunológica. El agua ayuda a su cuerpo a producir linfa, que transporta glóbulos blancos y otras células del sistema inmunitario.
Trate de evitar tomar en exceso bebidas que puedan deshidratarlo, como el café. O intente comer alimentos más hidratantes, como pepinos, apio o sandía.
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